“Madrid, rehabilita futuro”
Los incrementos demográficos y las constantes migraciones hacia las ciudades hace que estas no paren de crecer. Parece obvio que si lo que pretendemos es preservar en la medida de lo posible este planeta, es mucho más sostenible rehabilitar el tejido existente que continuar urbanizando el campo. Aprovechar las infraestructuras existentes antes que crearlas desde cero.
Las ciudades crecen de manera concéntrica, desde un centro más antiguo, hacia fuera donde se van situando los nuevos barrios. Esto ha producido en ocasiones migraciones de gente de una misma ciudad desde el centro hacia las afueras, buscando una serie de ventajas; construcciones nuevas, con más comodidades, más superficie, ascensor, garaje, etc. Este fenómeno propicia un lento abandono y deterioro de los centros urbanos. En Europa y en España lo hemos conocido.
En Europa con anterioridad y aquí desde hace unos 30 años se empezó a intervenir para revertir esa tendencia. Los municipios a través de modificaciones en los planes de ordenación urbana y una serie de actuaciones y ayudas, han conseguido volver a revitalizar los centros de las ciudades. Actuaciones como la reurbanización de determinadas áreas, mejorando las infraestructuras, peatonalizando total o parcialmente (dado que los centros urbanos no son extensos y nacieron con esa escala, del peatón y no del automóvil). Por supuesto las ayudas a la rehabilitación, a la accesibilidad (rampas, ascensores), a la mejora energética, en ocasiones también la subdivisión de pisos, etc. Toda esta batería de medidas han propiciado que muchos centros de nuestras ciudades, en otras épocas más abandonados, hayan cogido nueva vida, sobre todo por habitantes jóvenes, estudiantes, extranjeros, etc.
Hay también un aspecto a resaltar que es como en España, aun, la normativa exige a las nuevas construcciones en el centro la dotación de aparcamiento y también como estos, a veces públicos o para residentes, o normalmente mixtos, se promueven constantemente desde los ayuntamientos. Parece un poco contradictorio que si lo que se pretende es potenciar el uso peatonal, ciclista o en transporte público de esos centros, se favorezca la construcción de aparcamientos, públicos o privados, para entrar con el coche al centro. Hay países de Europa donde no solo no es obligatoria esta dotación, sino que directamente no está permitido. También hay que tener en cuenta que son intervenciones muy agresivas en medios frágiles con gran riqueza de patrimonio histórico y arqueológico.
Teniendo en cuenta estos aspectos, se lleva a cabo la subsanación de patologías en la Piscina Cubierta del CDM San Blas, en Madrid.
El solar está caracterizado como Deportivo Básico, regulado por el PGOU Madrid 97, por lo que se tendrán en cuenta los requisitos exigidos por el PGOU Madrid 97 con respecto al uso dotacional de Deportivo Básico (DB) y sus condiciones urbanísticas.
La geometría del edificio responde a las exigencias de uso de la actividad deportiva, adquiriendo las alturas mínimas necesarias y las dimensiones adecuadas para su correcto funcionamiento. El concepto del proyecto surge a partir de la distribución del programa de necesidades de las piscinas y de sus actividades adyacentes, esto se traduce en la formación de un volumen diferenciado en altura con respecto a sus usos colindantes, tales como los vestuarios, el pasillo de acceso y la zona de piscina infantil.
Los volúmenes de menor altura, abrazan en forma de U al volumen principal de la piscina polivalente, la cual es ampliada en una calle más, haciendo el propio vaso registrable en todo su perímetro bajo la rasante actual. No obstante, cada uno de estos volúmenes agrupa un programa específico que favorece el correcto funcionamiento del edificio.
Este proyecto ha beneficiado a más de 15.000 vecinos del Barrio de San Blas, tras la subsanación en el Centro Deportivo, de patologías estructurales, patologías en la envolvente, en las instalaciones y en las zonas perimetrales al edificio.
Ahora más que nunca, es el momento en el que las ciudades adopten un papel protagonista en la gestión del cambio. Las ciudades deben rolar su concepción urbana hacia atributos como la sostenibilidad, equidad e integridad, así como experimentar una profunda transformación urbana, cultural y medioambiental, todo ello apoyado bajo la innovación y la aplicación de modelos Smart City, con el objetivo de crear un entorno urbano equilibrado.
Gracias a esta transformación se posibilitará un crecimiento urbano sostenible, en el cual la protección medio ambiental apoyada de soluciones innovadoras ha permitido la mejora de la ansiada calidad de vida de los ciudadanos y visitantes. Todos, sin excepción, tenemos la responsabilidad de alcanzar en el 2030 los 17 ODS implantados. Es nuestro compromiso con el planeta y generaciones presentes y futuras.