Recientemente se ha finalizado la ejecución del Puente de la Concordia que unirá Valdebebas con la Terminal 4 del Aeropuerto Internacional Adolfo Suárez Madrid Barajas.
Desde su concepción, la importancia y relevancia social de esta infraestructura ha venido adquiriendo cada vez mayor solidez y difusión. Tanto el barrio de Valdebebas como las administraciones han mostrado su interés y apoyo a esta infraestructura, como también su ilusión por su inauguración y puesta en servicio. Se ha calificado por muchos como uno de los hitos más importantes de la historia reciente de la ingeniería y arquitectura madrileñas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la Presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, acudieron a Valdebebas en la trascendental operativa implementada para trasladar su tablero, donde anunciaron su nombre: Puente de la Concordia.
Aquella compleja operativa, sin parangón en España y en Europa y realizada muy pocas veces en el mundo, supuso, por sí sola, un hito para la ciudad de
Madrid y su Alcalde ya advirtió que se estaba construyendo un nuevo icono para la Capital. Se trasladaron en esa operativa dos millones quinientos mil kilos de acero, el equivalente al peso de trece aviones Boeing 747. Todo ello ya ha caracterizado a esta nueva infraestructura como una obra singularísima, heredera de la evolución y de los avances de la ingeniería y de la arquitectura durante las últimas décadas, tanto en cuanto a diseño como a ejecución y proceso constructivo. A ello se añade su virtualidad como conector principal de la ciudad de Madrid con uno de los aeropuertos internacionales con más tráfico y más importantes del mundo, verdadera puerta de España y de Europa hacia América y África.
Hay otro carácter importante de esta estructura que conviene hoy destacar y es que el Puente de la Concordia es producto de la iniciativa privada, encarnada en la Junta de Compensación de Valdebebas que, como Entidad Urbanística Colaboradora con las administraciones urbanísticas tutelares del urbanismo y la ordenación del territorio, es símbolo de cómo puede funcionar y cómo debe seguir perfeccionándose la colaboración público-privada en el urbanismo futuro. Nunca antes una entidad como la nuestra había acometido con éxito una obra tan singular y encaminada a ser referente nacional e internacional. Y a ello ha de añadirse una particularidad más, esencial y que recoge, también, cuál habrá de ser la dirección que hemos de tomar respecto a las ciudades y a su urbanismo en el inmediato futuro. La identificación de los ciudadanos con su ciudad y con sus obras más importantes. La voluntad y el interés de todo un barrio, manifestados de forma espontánea a través de las redes sociales y con su permanente presencia en el desarrollo de los trabajos, por hacer del Puente de la Concordia, de aquel referente en los términos técnicos expuestos, un símbolo del barrio de Valdebebas, un símbolo de la ciudad de Madrid.
José Luis Martínez-Almeida, advirtiendo estos caracteres, comunicó a la ciudad el nombre de Puente de la Concordia, señalando que simboliza y representa en nuestros días uno de los procesos más brillantes de nuestra Historia, el de la Transición democrática.
Y desde la Junta de Compensación de Valdebebas, como gestores de un desarrollo que es también referente de excelencia y sostenibilidad, presentamos hoy esta infraestructura orgullosos y sabiendo que recoge y explicita, veinte años después del inicio de este extraordinario proyecto urbano, nuestra consigna primera: Valdebebas, una nueva forma de hacer ciudad.