Ineco, ingeniería y consultoría del Grupo MITMA (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) desarrolla, desde hace más de 50 años, soluciones integrales, innovadoras y tecnológicas en todos los modos de transporte – aeronáutico, ferroviario, carreteras y portuario que han permitido avanzar hacia un nuevo modelo de movilidad más sostenible, segura y conectada, contribuyendo de manera directa a mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Con un equipo multidisciplinar de más de 3.000 profesionales, la empresa cuenta con presencia en los cinco continentes, donde despliega su experiencia y capacidad para afrontar trabajos técnicamente complejos gracias a su conocimiento especializado y a la aplicación de la tecnología más avanzada y vanguardista.
Ineco, desde sus orígenes, está firmemente comprometida con la sociedad de la que forma parte, integrando en su estrategia y gestión las preocupaciones sociales, laborales y medioambientales del entorno a través de la Responsabilidad Social Corporativa de la compañía, que impacta en todas las actividades de la empresa.
Así, ha hecho suyos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 en los que incide, tanto de forma directa, por el desarrollo de su propia actividad, como de forma indirecta a través de las diferentes acciones de Responsabilidad Social Corporativa que la empresa promueve. Este compromiso con la Sociedad, enmarcado dentro del Plan Ineco Agenda 2030, integrado en el Plan Estratégico de la empresa, se ha convertido ya en seña de identidad de la compañía.
La elevada cualificación de la plantilla de Ineco, que constituye el principal activo de la compañía, ha llevado a la empresa a priorizar, en sus iniciativas de acción social, aquellas actividades en las que puede colaborar aportando un mayor valor añadido y que, además, están alineadas con la estrategia de la organización, basada en la mejora continua de las capacidades de sus equipos. Nace así el Programa IngenioSOS.
Acceso a vídeo IngenioSOS
A través de este programa, Ineco desarrolla proyectos de voluntariado corporativo profesional en el campo de la ingeniería en países en desarrollo, poniendo los equipos su formación y conocimientos técnicos a disposición de un programa solidario. Asimismo, Ineco, de manera adicional, financia las actuaciones derivadas del mismo.
En línea con la filosofía de la empresa, basada en la trasparencia y en la promoción de la igualdad de oportunidades, para seleccionar los 3 proyectos con los que la empresa colabora en cada edición, se realiza una convocatoria a través de la Fundación Lealtad y una votación posterior por parte un jurado multidisciplinar, siendo los proyectos beneficiarios en esta edición 2020:
- “Diseño y puesta en marcha de un sistema de coordinación y seguimiento online del trabajo con clubes antiablación y escuelas en KENIA”, liderado por la Fundación Kirira.
- “Abastecimiento energético de la clínica materno infantil de Meki, en ETIOPÍA”, liderado por la Fundación Pablo Horstmann.
- “Condiciones dignas de agua y saneamiento para niños y niñas indígenas en la Comunidad Las Rosas. El Quiché, en GUATEMALA.
Asimismo, los proyectos beneficiarios en la edición de 2019 fueron los siguientes:
- Rehabilitación sala de maternidad y pediatría en el Hospital de Bor, SUDÁN DEL SUR., liderado por Médicos del Mundo.
- Mejora, saneamiento y acceso al agua en el Centro de Salud Comunitario de Moulin, en Gros Morne, Haití, liderado por Cesal.
- Construcción de un centro comunitario en Rascola, INDIA. Liderado por ITWILLBE.
Seis proyectos en seis países diferentes, dirigidos por siete mujeres de la compañía, en el que participan 30 voluntarios y asesores institucionales, del más alto nivel, a través de un voluntariado de cerca de 1.800 horas, y que generarán un beneficio de manera directa en la calidad de vida más de 45.000 personas y de casi 500.000 de manera indirecta.
Este programa, solido, viable y sostenible en el tiempo, que incluye además una metodología clara de seguimiento y control y aúna capacidades y tecnologías más punteras propias de una empresa referente en la ingeniería y consultoría, incide además sobre dos grupos dramáticamente vulnerables, especialmente en países subdesarrollados: las mujeres y los niños. Asimismo, contribuye de manera particular a paliar, en esta edición 2020, los efectos que el COVID-19 están teniendo en las sociedades y colectivos más desfavorecidos.
Los proyectos, en detalle
“Diseño y puesta en marcha de un sistema de coordinación y seguimiento online del trabajo con clubes antiablación y escuelas en Kenia”, está liderado por la Fundación Kirira. Constituida en 2007, está orientada a la cooperación para el desarrollo, la defensa de los derechos humanos, la promoción del voluntariado y la atención a personas en riesgo de exclusión social, especialmente procedentes de países en los que se practica la mutilación genital femenina.
Sus actividades se llevan a cabo en las regiones de Tharaka, Tangulbei y Abakuria e incluyen, entre otras: campañas de sensibilización contra la mutilación genital femenina, creación y apoyo a clubes antiablación en centros educativos, apoyo a escuelas de primaria y secundaria con materiales e infraestructuras; construcción y mantenimiento de dormitorios de rescate para niñas que huyen de la mutilación; construcción y mantenimiento de la Casa de Acogida en Tharaka y apoyo a grupos de mujeres emprendedoras a través de microcréditos.
La Fundación Kirira realiza una campaña anual contra la mutilación genital femenina (MGF) que desarrollan los clubes antiablación de las 86 escuelas participantes.
Las distancias entre escuelas, la dificultad de acceso a muchas de ellas y la mala o inexistente conectividad a internet dificultan compartir materiales educativos en formato digital con los clubes y escuelas, realizar el seguimiento de sus actividades y darles apoyo constante. Por ello, disponer de una aplicación móvil de fácil uso para compartir materiales y enviar los avances de la campaña, y el disponer de conexión a internet y equipos móviles facilitará la continuidad de las acciones educativas y de sensibilización.
Además, debido a la situación de confinamiento que ha sufrido Kenia, no ha habido transporte hacia las zonas interiores del país hasta fechas recientes y hay un índice altísimo de mutilación genital femenina, pues las familias aprovechan que no hay colegios abiertos para realizarla, y así poder casar a las niñas por una dote.
El proyecto de colaboración con Ineco consiste en el diseño y desarrollo de una aplicación móvil de gestión y seguimiento, apta para tabletas y ordenadores, que utilizarán los clubes antiablación de las 86 escuelas participantes y el socio local. Además, Ineco financiará la compra de dispositivos móviles y asesorará a la ONG sobre la mejor solución para facilitar conexión de internet a las escuelas.
Por su parte, el proyecto “Abastecimiento energético de la clínica materno infantil de Meki, en Etiopía”, está a cargo de la Fundación Pablo Horstmann. Constituida en 2007, esta entidad se dedica a la cooperación para el desarrollo en proyectos relacionados con la asistencia sanitaria y con la educación de la infancia y de la juventud, así como a la asistencia, educación y promoción social de los sectores más vulnerables de la sociedad (niños, enfermos, discapacitados, ancianos) y a la promoción y formación de voluntarios. La fundación trabaja desde hace años en Etiopía, donde cuenta con una clínica materno-infantil, una casa-hogar, una guardería y un programa de becas para huérfanos externos, que les proporciona ayudas para educación, alimentación y atención médica.
El proyecto en el que participa Ineco se desarrolla en Meki , una localidad rural al sur de Addis Abeba, donde se ubica la clínica materno infantil que cuenta con un equipo de 86 trabajadores etíopes y tres expatriados, y atiende a 18.271 niños y 1.166 mujeres. La clínica comenzó en 2012 a prestar asistencia pediátrica primaria en consultas externas, en 2015 ya contaba con una unidad de renutrición, una sala de observación para estabilización de pacientes agudos y una sala de ingresos para malnutridos severos. En 2019 amplió sus servicios con una nueva unidad de cuidados maternales y neonatología.
Etiopía, como la mayoría de los países africanos, tiene problemas con su red eléctrica y sufre continuos cortes de luz, por eso el proyecto cuenta con un generador que abastece a la clínica, el laboratorio, la oficina, la casa hogar y la guardería. La ampliación de la clínica hace imprescindible contar con un generador nuevo que garantice el suministro eléctrico a todas las instalaciones: los monitores de los pacientes ingresados, las incubadoras de neonatos, los equipos de laboratorio que realizan las pruebas diagnósticas y las neveras que conservan la medicación y las vacunas.
Ineco llevará a cabo el desarrollo de un estudio de eficiencia energética y la posterior adquisición e instalación de un generador eléctrico y la correspondiente infraestructura de protección, con unas condiciones óptimas para su correcto mantenimiento, garantizándose así el suministro adecuado y evitando los continuos cortes de luz que sufren actualmente.
El tercer proyecto del programa IngenioSOS 2020 es “Condiciones dignas de agua y saneamiento para niños y niñas indígenas en la comunidad Las Rosas. El Quiché, Guatemala”, liderado por la Fundación Educo. Esta ONG constituida en 1994 se dedica a la cooperación global para el desarrollo y acción humanitaria y actúa desde hace más de 25 años a favor de la infancia y en defensa de sus derechos, en especial el derecho a recibir una educación equitativa y de calidad.
Trabajan en España y en 12 países de África, América y Asia, mediante 115 proyectos sociales en los que participan cerca de 410.000 niños y niñas y 220.000 personas adultas para promover sociedades justas y equitativas que garanticen sus derechos y bienestar.
Guatemala es uno de los países más desfavorecidos de América Central. La pobreza y el analfabetismo afectan especialmente a la población indígena, que vive en las áreas rurales. La mayoría de las familias subsisten de una agricultura precaria y apenas tienen acceso a servicios de salud o condiciones de agua y saneamiento adecuados, por lo que el país registra una alta mortalidad infantil.
Muchos niños y niñas abandonan la escuela para ayudar a sus padres en el campo o porque se ven obligados a emigrar con sus familias en búsqueda de oportunidades. Los que permanecen en la zona se enfrentan a un sistema educativo de baja calidad, con instalaciones precarias, falta de recursos y una deficiente formación del profesorado.
La aldea de Las Rosas, donde se desarrolla el proyecto, se ubica a 30 kilómetros de la cabecera municipal de San Pedro Jocopilas; en ella viven 147 familias con un total de 1.029 personas, de las cuales 735 son niños, niñas y adolescentes. Sus ingresos no alcanzan a los 200 euros mensuales, lo que ubica a la mayoría de las familias en el umbral de la pobreza.
En la escuela oficial de Las Rosas, cuatro docentes atienden a 160 niños y niñas de preprimaria y primaria. La escuela no cuenta con instalaciones sanitarias adecuadas (lavamanos, sanitarios, pozos, etc.) lo que favorece la proliferación de enfermedades gastrointestinales, obligando a los niños a ausentarse a menudo de clase. Las letrinas, que están en unas condiciones muy precarias, están situadas junto a las aulas, ocasionando malos olores. Además, la escuela no está cercada, lo que permite al ganado acceder al recinto de la escuela, contaminando con excrementos las áreas recreativas
La colaboración de Ineco consiste en el diseño y financiación de la rehabilitación y mejora de las infraestructuras sanitarias de la comunidad.
En concreto, se encargará de la elaborar los términos de referencia para el proceso de licitación de las obras, de consensuar las especificaciones técnicas, de realizar el diseño hidráulico del sistema de tratamiento de aguas residuales y de revisar el presupuesto y las propuestas de materiales y equipos.
Por su parte, la Fundación Educo, a través de la financiación económica aportada por Ineco, ejecutará las obras de mejora y construcción de la unidad sanitaria en todas sus fases y realizará sesiones de capacitación a los niños y niñas encaminadas a reducir enfermedades contagiosas comunes, así como sobre el funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones con docentes y otros adultos de la comunidad, para asegurar una correcta transferencia y sostenibilidad de la obra.