El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid ha puesto en marcha un nuevo proyecto de cooperación internacional que busca integrar la ingeniería no solo como una herramienta técnica, sino como un agente de cambio social, político, económico y cultural.
En colaboración con diversas entidades, este proyecto se enfoca en mejorar las condiciones de abastecimiento y energía en áreas desfavorecidas de la República Democrática del Congo (RDC), específicamente en Kinshasa y Kikwit, mientras se promueve el intercambio de conocimientos y experiencias entre diferentes realidades culturales.
El pasado 24 de abril, en la sede de la Demarcación de Madrid, se reunieron representantes de instituciones para el desarrollo del proyecto. Entre los participantes se encontraban profesores de la Universidad INBTP de Kinshasa, junto con docentes y estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid. El encuentro también contó con la presencia de organizaciones no gubernamentales como Karibu e Intered.
El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Madrid, tiene como objetivo principal la instalación de sistemas de energía solar fotovoltaica en la biblioteca Karibuni de Kinshasa y en residencias estudiantiles en Kikwit, provincia de Kwilu. Unos trabajos que permitirán mejorar el suministro eléctrico en áreas donde la escasez de recursos es una realidad diaria, afectando a la educación y calidad de vida de la población.
Sobre el terreno, estudiantes y profesores trabajarán en la implementación de estas soluciones técnicas, además de establecer vínculos con autoridades locales y empresas para asegurar la sostenibilidad de los proyectos.
Además, en Madrid se realizarán actividades de sensibilización y aprendizaje sobre la realidad africana, en colaboración con la ONG Karibu, brindando a estudiantes la oportunidad de comprender las complejidades y desafíos que enfrentan las comunidades en desarrollo.
Este nuevo proyecto de cooperación representa un esfuerzo conjunto para abordar diferentes retos en el desarrollo de las zonas mencionadas, así como el compromiso de la ingeniería de caminos con el bienestar social y la cooperación internacional, demostrando cómo el conocimiento técnico puede traducirse en impacto tangible y sostenible en comunidades vulnerables.