Urbanismo y sostenibilidad
En el mundo actual, en el que los cambios se producen a un ritmo vertiginoso, Europa se enfrenta a desafíos acuciantes —degradación ambiental y cambio climático, revolución digital, transición demográfica, migración y desigualdades sociales— y las ciudades se encuentran a menudo en la primera línea de la búsqueda de soluciones.
Su importancia en el impulso de la transición hacia un estilo de vida sostenible para todas las personas ha sido reconocida en la agenda urbana para la Unión Europea (UE) y en las agendas mundiales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Nueva Agenda Urbana.
Sin una colaboración sólida y amplia a nivel local entre la ciudadanía, la sociedad civil, el tejido empresarial y la Administración Pública no es posible resolver desafíos complejos. Las ciudades están desempeñando un papel crucial en la superación de la brecha que separa a los ciudadanos de las instituciones públicas. En muchas ciudades están surgiendo nuevas formas de gobernanza en pro de un mejor diseño de las políticas e inversiones más adecuadas, mediante el fomento de la cooperación entre las áreas urbanas y rurales basada en enfoques centrados en áreas funcionales, planes estratégicos a largo plazo o la implicación de los ciudadanos en todas las fases de la formulación de políticas.
La política de cohesión ocupa un lugar central en este proceso, tanto en términos de financiación como de estímulo de un planteamiento estratégico, integrado e integrador para hacer frente a los retos mencionados.
El gasto en las ciudades se sitúa en torno a 115.000 millones euros, de los que 17.000 millones son gestionados en el ámbito local por las autoridades urbanas a través de más de 950 estrategias de desarrollo urbano integrado y sostenible.
Para el período 2021-2027, la Comisión Europea propone una dimensión urbana y territorial reforzada mediante la introducción de un nuevo objetivo político denominado «Una Europa más próxima a sus ciudadanos». Dicho objetivo respalda un enfoque de base zonal y la participación de las autoridades locales, la sociedad civil y los ciudadanos en la superación de los retos locales.
Además, propone la puesta en marcha de una nueva Iniciativa Urbana Europea para ayudar a las ciudades en el desarrollo de capacidades, el diseño de soluciones innovadoras, la creación de conocimiento, el desarrollo de políticas y la comunicación. Los fondos destinados al desarrollo urbano sostenible también se han incrementado al 6 % del presupuesto total del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
En las últimas décadas, la Unión Europea ha elaborado un discurso exhaustivo en relación con las ciudades y su desarrollo. Desde finales de los años noventa del siglo pasado, las reuniones periódicas celebradas entre los ministros responsables del desarrollo urbano dieron lugar a la consolidación de una «perspectiva de la UE» sobre la cuestión urbana, que puede traducirse en un enfoque de la UE en torno al desarrollo urbano sostenible.
Dicho enfoque se ha ido perfeccionando a lo largo de los años a medida que se iba aplicando sobre el terreno, gracias a las iniciativas urbanas promovidas por la UE, tanto a través de su política de cohesión como de otras iniciativas de orientación específicamente urbana.
El año 2007 resultó decisivo en este largo proceso. De hecho, fue el año en el que se firmó la Carta de Leipzig sobre Ciudades Europeas Sostenibles durante una reunión ministerial informal celebrada bajo la Presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea2. La Carta de Leipzig ofrece dos principios clave para el desarrollo urbano sostenible: por un lado, la aplicación de una política de desarrollo holística e integrada; por otro, un enfoque centrado de manera especial en los barrios desfavorecidos. El año 2007 marcó asimismo el inicio de un nuevo período de programación (2007-2014), y las políticas de desarrollo urbano sostenible se integraron plenamente en los programas operativos de la UE tras la evaluación positiva de las iniciativas URBAN. Dicho de otro modo, pasaron a formar parte de la política de cohesión general. La puesta en marcha de la Agenda Urbana de para la UE en 2016 representó otro hito. Dicha agenda, basada en la Carta de Leipzig, subraya la importancia de un enfoque integrado con respecto al Desarrollo Urbano que:
- trascienda las políticas sectoriales,
- se apoye en la cooperación entre los diversos niveles administrativos y actores interesados,
- vaya más allá de los límites administrativos,
- se dirija a ciudades de todos los tamaños.
Durante el período de programación 2014-2020, la política de cohesión ha convertido el Desarrollo Urbano Sostenible (DUS) en un elemento obligatorio —al que se destina el 5 % del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en cada Estado miembro y se ha consolidado la dimensión estratégica del enfoque integrado.
Además, se han introducido nuevos instrumentos territoriales para la aplicación de estrategias en áreas urbanas, a saber, las Inversiones Territoriales Integradas (ITI) y el Desarrollo Local Participativo (DLP). Dichos instrumentos hacen hincapié, respectivamente, en la importancia de integrar múltiples fondos y de involucrar a la comunidad local. Estas características fundamentales del DUS se mantendrán en el próximo período de programación 2021-2027, en el que se ha propuesto elevar al 6 % el porcentaje mínimo del FEDER destinado al DUS. En las áreas urbanas se promoverá la adopción de estrategias a través de un enfoque integrado y de base local respecto al desarrollo territorial, en el que la integración implica políticas intersectoriales, gobernanza entre múltiples partes interesadas y en diversos niveles y una estrategia participativa y multiterritorial.
Los pilares fundamentales que caracterizan el enfoque de la UE con respecto al desarrollo urbano sostenible e integrado pueden clasificarse:
- un enfoque que promueve una visión estratégica para el desarrollo de las áreas urbanas;
- un enfoque dirigido a ciudades de todos los tamaños, que fomenta la integración de los diferentes niveles,
- desde los barrios hasta los territorios en su conjunto;
- un enfoque de gobernanza que consta de múltiples niveles y conlleva la participación de múltiples actores
- interesados, que coordina a los distintos agentes de acuerdo con sus respectivas funciones, competencias
- y niveles de intervención, y garantiza una participación activa de la ciudadanía;
- un enfoque integrado entre los diversos sectores que estimula a las ciudades a trabajar para superar los
- límites de los distintos ámbitos políticos;
- un enfoque basado en la integración de múltiples fuentes de financiación;
- un enfoque que promueve una lógica orientada al logro de resultados y establece marcos para el seguimiento y la evaluación.
Los problemas emergentes del desarrollo urbano, así como los que ya existen hace tiempo (como la regeneración urbana, la planificación regional y urbana, las ciudades en decrecimiento, la sostenibilidad urbana, la atracción de inversiones, la mercadotecnia de las ciudades o la segregación social) requieren el desarrollo de un marco estratégico y cuestionan los enfoques tradicionales de la política y la planificación urbanas. En coherencia con lo anterior, el desarrollo urbano sostenible (DUS) promovido a través de la política de cohesión de la UE subraya la importancia de contar con un marco estratégico. Un requisito clave para el éxito de las intervenciones del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) es garantizar que una estrategia a largo plazo se apoye, entre otros elementos, en inversiones individuales con un fuerte componente innovador.